El sentimiento universal como es el amor, no podía faltar en la obra montalvina. Y es aquí donde se conoce el lado más humano e íntimo del genial escritor.
Las fuentes del amor, como de
todas las pasiones, están en el corazón; lo que tratamos de saber es porqué y
cuándo nace esa afección angélica. La electricidad positiva anima al hombre; la
negativa a la mujer. Cuando estos fluidos invisibles se encuentran y chocan,
brota de ellos una serpiente luminosa que se nos enreda dentro del pecho y se
nos bebe el corazón; a este rayo celestial llamamos amor los hombres.
“Geometría Moral” de JUAN
MONTALVO
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Las del alba y el crepúsculo son las horas que más amo: nada me impide entonces tornar mi frente a donde quiera y lanzar orgullosamente la mirada más allá del horizonte. Me agrada esa luz tierna, esos contornos de los montes, esos colores vagos, ese silencio de la aurora. El corazón respira entonces: parece que tras el jaspeado de doradas nubes vamos a descubrir alguna sombra amada.
“Mercurial Eclesiástica” de JUAN
MONTALVO
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*Cabe indicar que algunas frases aquí presentadas son tomadas de una carta de Montalvo a
Lida, fechada en Niza, el 30 de noviembre de 1869. La carta original está en
francés y la traducción al español la realizó el Dr. Roberto D.
Agramonte.
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